La cédula de habitabilidad es un documento obligatorio para todas las viviendas, que acredita el cumplimiento de los requisitos mínimos de habitabilidad y que confirma que el edificio es apto para ser destinado a residencia.
Disponer de él es imprescindible a la hora de alquilar y vender una vivienda y para contratar los servicios de las compañías de suministro de agua, gas, electricidad o telecomunicaciones.
Existen dos tipos de cédulas de habitabilidad: de primera y de segunda ocupación. Las de primera son para viviendas nuevas o que hayan sido resultado de una gran rehabilitación, y las de segunda son para viviendas utilizadas o que preexisten.
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¿Por qué necesito la cédula de habitabilidad?
La función de la cédula de habitabilidad es acreditar la habitabilidad y la solidez del inmueble, y contribuye a fomentar que los edificios cumplan y mantengan unas condiciones de vivienda dignas a lo largo del tiempo. Los requisitos que lo determinan se establecen en el decreto 141/2012 de la Generalitat de Cataluña.
Si una vivienda no reúne los requisitos de habitabilidad, no puede obtener la cédula hasta que no se lleven a cabo las obras pertinentes.
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¿Cómo solicitar la cédula de habitabilidad?
Hay que contactar con un arquitecto técnico para disponer del certificado de habitabilidad, así como llevar a cabo los trámites correspondientes en la Agencia de la Vivienda de Cataluña, los cuales no puede gestionar directamente el propietario del inmueble.
El certificado de habitabilidad debe ser debidamente presentado formalizado y, en algunos casos, con documentación complementaria. Además, también se tienen que pagar unas tasas.
Contacta con Ecopime para obtener tu cédula de habitabilidad.
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