Ser emprendedor más que un trabajo es un estilo de vida. En muchas ocasiones cuando alguien se plantea emprender lo hace por distintos motivos: por necesidad de disponer de un trabajo, porque después de años de trabajo en un sector se tiene el convencimiento que podemos mejorar, porque se ha encontrado un proyecto que se cree que puede ser rentable económicamente… Sea el que sea el motivo que te lleve a emprender, una cosa tenemos que tener muy clara, emprender es una carrera de fondo, la cual debemos de planificar muy bien. En muchas ocasiones, para emprender no se consideran todos los factores que son decisivos para el buen desarrollo del proyecto como la elección del local, un buen plan de empresa, planificar adecuadamente los ejes principales del proyecto y, sobretodo, la planificación financiera del proyecto a corto, medio y largo plazo.
Siempre es recomendable rodearse de buenos profesionales en cada sector ya que cada euro invertido en un profesional nos puede ahorrar mucho dinero, tiempo y problemas hasta el punto de llevar al fracaso nuestro proyecto.
La vida del emprendedor muchas veces es envidiada por los asalariados pero el hecho de emprender acaba convirtiéndose en un estilo de vida para el emprendedor y su familia. La gestión del riesgo, el fracaso, la euforia, la gestión de los recursos económicos… son temas claves por no dejar el proyecto y fracasar en la carrera de fondo que conlleva el desarrollo del mismo. Pero y si fracasamos qué sucede? En nuestra cultura, el fracaso no está bien visto, pero ánimos y a volverse a levantar. En todo fracaso, se debe aprender de los errores cometidos para no volver a cometerlos de nuevo en el próximo intento.
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Emprendedor, tu proyecto puede que no cambie el mundo, pero el que seguro si va a cambiar es tu visión de éste.
